lunes, 14 de febrero de 2011

Quo vadis, Arabia. La revolución de Internet

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Aunque hoy es día de enamorados y congresos de telefonía, de la resaca de la copa del rey de baloncesto y del fiasco perico contra el Madrid, creo oportuno hacer un comentario sobre lo que los historiadores del futuro llamarán las Revoluciones de 2011 (o las Revoluciones de las redes sociales, vete tú a saber...).

Recuerdo en clase de historia, en el colegio, que nos enseñaron las Revoluciones de 1830. Estas vinieron como resaca de una mala digestión europea de la Revolución francesa, motivada por, digámoslo así, un ardor de estómago napoleónico. En 1830, de enero a diciembre, la gente de toda europa se amotinó en defensa de unas nuevas libertades que recién acababan de asomarse en el ideario colectivo.

Así, los Países Bajos se dividieron y nació Bélgica. En Francia echaron a patadas (y balazos) al último rey borbón, Carlos X, y pusieron a un tal Luis Felipe (que otra revolución, 18 años después, se lo cargaría). En Polonia, la revuelta de calado independentista fue reprimida por Rusia. En la Italia dominada por Austria, decenas de ciudades se alzaron en armas, mientras que los principados toscanos se encienden en llamas. En España, se desencadena una guerra civil entre liberales y conservadores (o cristinos y carlistas). En la Gran Bretaña, las protestas desembocan a que se otorgue el voto al doble de ciudadanos que hasta entonces. En Alemania, los jóvenes estudiantes toman las universidades, mientras Hesse, Brunswick y el Palatinado destronan a sus reyes, e incluso proclaman repúblicas...

Estas revoluciones de 1830 marcaron una época, e influyeron en el devenir de Europa, como la Revolución francesa y la independencia de los Estados Unidos, la Revolución de las Colonias españolas, la Revolución Rusa, la emancipación de África y la caida del Muro de Berlín y la URSS. Son procesos, movimientos en cadena, fichas de dominó que, al caer, sacuden las bases de lo establecido.

Pues, amigos navegantes, eso es lo que se está viviendo, ahora mismo, desde Rabat a Teherán, desde Damasco a Jartúm. Estamos presenciando un momento histórico, en el cual las principales dictaduras laicas del Magreb y Oriente Medio están cayendo progresivamente.
Empezó en Argelia (y no en Túnez), pero el eco se hizo oir más en su vecino tunecino, donde la muerte por inmolación de un simple joven, de un ciudadano cualquiera, abrió la caja de pandora. Rápidamente, las protestas se extendieron por el país y por toda la orilla sur del Mediterranio. Tanto Túnez como Egipto, a base de protestas, manifestaciones y proclamas, han derrocado a sus dictadores. ¿Ha sido una revolución de Internet? Pues muy posiblemente, no solo para informarse y organizarse, sino para perder el miedo a hablar y protestar, para quitarse la mordaza de la boca. Y, ¿han sido solo los ciudadanos quienes han hecho triunfar las protestas?. No. En ambos caso, tanto Túnez como Egipot, han contado con la complicidad (o la indiferencia) de las Fuerzas Armadas. Sin ellos, hubiera sido otro Tiananmen...


Pero los países donde el ejército se ha mantenido fiel al régimen, a pesar de las protestas, también han sufrido cambios: en Jordania y Palestina, dimisión de todo el gobierno. En Yemen, su "Presidente" ha anunciado que no se volverá a presentar. En Bahréin, manifestaciones con víctimas ayer. En Irán, en estos mismos momentos, la gente se ha echado a las calles contra la opresión en su paraíso islámico. ¿Próxima estación, Marruecos? ¿Arabia Saudí, final de trayecto?

¿Todas estas revoluciones terminarán en democracia? Pensemos que, a día de hoy, sólo existen cuatro países en la zona que puedan llamarse democracias: Turquía, Palestina, Líbano y... Israel. Desde Marruecos a Pakistán, una veintena larga de países y sólo cuatro democracias. Dictaduras, monarquías absolutas, estados teocráticos... ¿los países árabes que anhelan? ¿Una democracia al estilo europeo? ¿Una república islámica con toques turcos? ¿Un régimen religioso como Irán? Tal vez lo único que quieren es estar mejor de lo que están ahora.

Para acabar, según pura teoría histórica, las revoluciones sólo pueden seguir dos caminos: una transición o una anarquía. La transición (Alemania, España, Portugal...) es tutelada y compartida con la élite gobernante saliente y la oposición oficial interior y exterior. La anarquía (Irán, Vietnam, Italia de 1922, China post-guerra mundial...) conduce principalmente a que el grupo o facción mejor organizada se alce con el poder, aunque sea minoría.

Ante esta disyuntiva, quo vadis, Arabia? ¿Transiciones o revoluciones? ¿Democracia o islamismo radical? ¿Libertad, prosperidad o confrontación? ¿O todo mezclado y servido caliente, muy pero que muy caliente?

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