jueves, 30 de septiembre de 2010

Vaga(ncia) general II

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Parece que la huelga general ha cosechado un enorme éxito, aun más por presión que por convicción. Los huelguistas, haciendo uso de su constitucional derecho, han sabido encauzar las inquietudes y frustaciones ante la crisis económica de los ciudadanos de nuestro país.

Aunque, a mi parecer, esta huelga es por una reforma laboral vigente, aprobada y en aplicación, está convocada por unos sindicatos que arrastran su descrédito y muestran aún más la desafección ciudadana, y, para más inri, esgrimen argumentos propios de la lucha de clases de la Rusia post-zarista. Pero están en su derecho, y lo defiendo a ultranza.

Lo que, por descontado, no puede ser tolerado por nadie, es ese engendro fascista, violento, llamado piquete informativo. En una sociedad donde la sobreinformación es la norma, principalmente por los numerosos medios de (in)comunicación, pero sobre todo por el conglomerado de redes que es Internet, llamar a esos violadores de derechos "piquetes informativos" me parece del género tonto. Tontos nosotros, por supuesto, que lo consentimos.

Cualquiera podrá ver hoy, en los noticiarios, las imágenes de esos cachorros de Goebbels obligando violentamente a comerciantes, transportistas y consumidores a cerrar tiendas y establecimientos, bloqueando accesos y cortando carreteras. Ellos, que intentan protestar por el recorte de derechos (privilegios, en algunos casos...), defecan vilmente en los derechos de los demás.

Y digo yo: a un trabajador autónomo, ¿qué le importa a él la reforma laboral? ¿Le incumbe? ¿Le afecta? Pues, ¿por qué debe ser obligado a no trabajar? ¿Quién le devuelve el dinero que pierde ese día? ¿Los sindicatos? Son ganas de joder la marrana, con perdón, de fastidiar al personal: "si a mí me quitan derechos laborales, tú hoy no haces negocio". Y, tan panchos, se llenan la boca de libertad y justicia social, cuando los primeros en pisotearla son ellos mismos.

¿Quién puede coaccionar con destrozar su comercio a un tendero si no lo cierra de inmediato, y librarse impunemente de ello? ¿Quién puede insultar y presionar a sus propios compañeros de trabajo que deciden libremente ejercer su derecho a trabajar, pero no por tales acciones (ni por otras) pueden ser despedidos? Los piquetes.

¿Esto es justicia social? Por el bien de la sociedad, incluidos los sindicatos, los piquetes deberían ser erradicados. Pero mala hierba nunca muere...

lunes, 27 de septiembre de 2010

Vatican Connection

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

A primeros de noviembre, en la mismísima Barcelona, recibiremos la visita del Santo Padre. Del Sumo Pontífice. Del Vicario de Cristo. Del Obispo de Roma. Vamos, el Papa. Ese man in white, peregrino constante y, a la vez, Jefe de Estado de Ciudad del Vaticano, uno de los países más pequeños del mundo (por ahí dicen que es el más pequeño, pero creo que sólo cuentan la plaza de San Pedro y se ovidan de Castel Gandolfo).

Con la excusa de consagrar la Sagrada Família (sospecho que en verdad es para verla antes que la tuneladora del AVE se la cargue...), el Papa Benedicto XVI se estará un ratito por la Ciudad Condal. Hombre, la verdad es que hace gracia que venga un jefe de estado por estas periferias (y sin pasar antes por Barajas, para más recochineo). ¿O es que no nos motivaba la idea de ver a Obama por las Ramblas, cuando declaró que le gustaba Barcelona y querría visitarla?

Pero, claro, para un católico, aunque pratique poco, es algo un poco más especial. Es como si viniera el Rey de tu país, por muy poco monárquico que seas; siempre te entra una mezcla de orgullo patrio y admiración ante el poder. Pues con el Papa, para un cristiano, es parecido. Le debes cierto respeto, cierta lealtad, compartes con él esencias y creencias, tradiciones y fe. No quiere decir que sea menos patriótico por mi país por tener la lealtad divida (ya anuncio que, si hubiese una guerra entre el Vaticano y España (o Catalunya, puestos a imaginar), todos los católicos haríamos lo mismo; irnos a Perpinyà).

Pues aún falta más de un mes, pero cominezo a leer y oír que algún sector de la progresía quiere organizar actos de protesta con la visita. Aducen temas actuales, como la pederastia, y otros más eternos, como la discriminación a la mujer o el aborto.

Estoy convencido que Barcelona, con lo molona que es, super-guay progre-pija, organizadora de fórums de las culturas y ventana al mundo del respeto y la tolerancia, con todo eso y más, Barcelona saldrá a la calle a manifestarse contra la visita del Teócrata. Y volveremos a quedar como el culo. Como cuando, en la diada del año pasado, participantes y militantes de ICV silbaron e insultaron a la cantante israelí Noa, por eso, por ser israelí, cuando cantaba nada menos que el Cant dels Ocells. Para llamar a la Sole de 7 Vidas para que reparta collejas, la verdad.

Pero claro, ahora meterse con la Iglesia es políticamente correcto. Pues vamos a desmontar ciertos mitos que soltamos por ahí:

Pederastia: Hay curas que han cometido pederastia. Pero hay más casos de pederastia por parte de profesores o de familiares, y nadie dice que TODO el profesorado o TODO el entorno familiar sean pederastas, ni les montamos manifestaciones. ¿Qué debe hacer la Iglesia con estos crímenes en su seno? Denunciarlos. Y lo hace.

Modernización: La Iglesia es un club privado. Si no eres miembro, no puedes proponer ningún cambio en los estatutos; es igual que, por ejemplo, el Club de Polo. Pero nadie hace manis contra el susodicho club.

Condón: Ellos no te los pinchan, ni te los prohiben, sólo aconsejan: lo mejor para no contraer enfermedades sexuales o embarazos no deseados es no practicar relaciones sexuales. Es de una lógica insultante, digna de Spock.

Aborto y eutanasia: Daría para miles de post. Concedamos un empate técnico.

Sin con todo no convenzo a nadie, porque piensa que la Iglesia encarna maldad y conspiración, sufrimiento e ignorancia, y por eso quiere manifestarse y protestar por la visita del Papa, decirle una cosa: manifiéstate también contra Sálvame, no? ¿Es que no es maldad y conspiración, sufrimiento e ignorancia? Pues hay más espectadores de Sálvame que católicos practicantes.

La coherencia, dicen, es el recurso de las mentes inferiores. Pues a mí, me gusta la coherencia.

Vaga(ncia) general

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Faltan apenas dos días para la huelga general (se me permitirá que el título de este post use la forma catalanizada), y cada día piensa más en el batacazo que se darán los convocantes de la misma, cuando vean que tampoco serán tantos los que se quedarán en casa.

Mi alergia hacia los sindicatos, a los que considero unos organismos caducos, viejunos, rígidos y opacos, me hace mirar con recelo, entre bruma y estornudo, cualquier acción que estos trabajadores privilegiados propongan. Siempre he creído que son los más listos de la plantilla, estos pillines: puesto de trabajo fijo, sin posibilidad de despido, 20 horas o más libres al mes (pagadas por la empresa, claro está) para gestionar las "cosas sindicales", promotores de huelgas y subversión contra el capital, repartidores de carnet de "buen compañero trabajador", y, de tanto en tanto, piqueteros que azuzan (y azotan, si procede) al esquirol.

Esta vez, empero, ya han tocado fondo. En la espiral social de descrédito a todo aquello que huela a poder o política (partidos políticos, justicia, policia, multinacionales), ellos, los sindicatos, los hijos de Marx (bastardos, a su pesar), no iban a ser menos. Su credibilidad está por los subsuelos.

Durante dos años de crisis (o más), los pillines no han dicho ni esa boca es mía. No hubo huelgas por la quiebra de bancos, ni por las subidas de las hipotecas, ni por los recortes (del sueldo de los funcionarios, o del TC sobre el Estatut, que bien merecía algo más que una manifa...). Es que, claro, a ver quien es el guapo sindicato (de izquierdas) que le monta una huelga a un PSOE (de izquierdas, pero no tanto) en la Moncloa. Si mandara el PP, ocho huelgas hubieran caído, a estas alturas...

Bueno, pues la cosa empieza hace unos meses, cuando el gobierno títere de Zapatero (quien mueve los hilos es la UE, en cuestión de economina) les cuenta, a sindicatos y empresarios, que tienen una fecha límite para pactar una reforma laboral, porque Europa está intranquila. Ambos hablan, discuten, se dicen el nom del porc el uno al otro, hasta que llega la fecha. Y el gobierno decide, sin el apoyo de sindicatos ni patronal, aprobar una reforma laboral calcadita a la que se aplica en la gran mayoría de países europeos.

¿Qué hacen los sindicatos? Convocan una huelga para tres meses después de aprobarse la reforma. Un pelín tarde, pensará alguno. La verdad que es para hacer algo, la convocan por convocar... No tienen claro contra qué o quién protestan. Los vídeos promocionales de la huelga (ojo!, que tienen que hacer promoción! 2x1 o chupitos gratis!) cargan contra los empresarios (que consideran la reforma laboral un poco blandengue, porque cada uno barre pa'dentro) y... contra el PP! Que, digo yo, tampoco son unos santos, pero es que aquí, ni pinchan ni cortan.

Pero aún es peor al ver los motivos que indican los sindicatos en su web, hacen un matxembrat de lo lindo: que si tenemos que subir los impuestos (IVA incluido, tomen nota!) en vez de recortar el gasto (es como si voy muy justo con mi sueldo: ¿qué hago? ¿Me quedo sin caprichos o le exijo un aumento de sueldo a mi jefe?), que si las pensiones no se tocan, que si los empresarios tienen mucho poder, que no a los recortes sociales (el cheque bebé, entre otros)... ¿Y de la reforma laboral no hablan? Sí, aunque poco. ¿Y aportan soluciones a la crisis? Lo típico; que el capital es malo, los mercados financieros son el coco, que viva Lenin y tal. Lo mismo que en el siglo XIX.

Pero, bueno, ¿qué esperamos de una huelga desfasada, que protesta contra algo que ya está aprobado y en aplicación? Yo pensaba que las huelgas eran medidas de presión en mitad de negociaciones... pues va a ser que no.

¡Propongo una huelga para que el Imperio Austro-Húngaro recupere sus fronteras! (siempre me hizo gracia, mira tú por dónde...) Y, ojo de quien vaya a trabajar, que voy a hacer de piquete, ¡y estoy mu loco!

lunes, 20 de septiembre de 2010

Atacando blogs...

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Ha caído en mis manos, vía amistad (Gràcies, Gabri!), un post algo controvertido hablando, entre otras cosas, sobre la ONU, Angelina Jolie, la solidaridad de los países islámicos y, de paso, el 11-S (lo podréis leer, si os apetece, aquí).

Arremete el señor autor del blog (credenciales a parte), primero contra la ONU, acusándola de carísima e inútil institución. Que ignore sus funciones no significa que no las tenga. Un gobierno a nivel mundial es tan necesaria como una reunión de escalera o comunidad; pesado, farragoso, pero vital. ¿Quién coordinaría las acciones de ayuda humanitaria sino un organismo como la ONU? ¿Quién dirigiría los miles y miles de Cascos Azules que se diseminan a lo largo del (Tercer) Mundo? ¿Quién mantiene la paz en Bosnia, Líbano, Congo, Sierra Leona, Sudán, Kosovo, Timor...? La idea que debe cambiarse y mejorarse la ONU es una perogrullada. Pero la idea que debe ser eliminada es una antigualla del siglo XIX.

Sobre su presupuesto... James Paul, director de Estudios Globlales de Nueva York, nos recuerda que "el presupuesto de la ONU es menor que el del cuerpo de bomberos de Tokyo". Por cierto, ¿sabe(n) usted(es) qué país adeuda más dinero a la ONU? Yes, we can.

El señor autor, más tarde, se queja del uso y abuso que hace la ONU con Angelina Jolie, y se indigna que, cuando esta (ilustre?) embajadora fue a Pakistan, le hicieron ponerse velo. Oiga, a ver... es que es tan sencillo rebatirle... Mire, si a España viniese una mujer Tupí, indígena americana, le obligarían, ya en la frontera, a cubrirse los pechos desnudos que ella tan alegre y naturalmente muestra en su poblado. Es más, podría ser objeto de multa, tal comportamiento, en nuestras calles civilizadas. ¿Coartamos la libertad de esta mujer Tupí? Lo que le pasa a este señor es que su prisma es muy, muy estrecho.

Más adelante, mezclando churras con merinas, acusa a los países islámicos de no destinar ni un céntimo de dinar a la solidaridad, incluso con sus países hermanos musulmanes, y en cambio, destinar ingentes cantidades a la promoción y proselitismo religioso. Bueno, esto, como todo, es matizable, aunque a mi me habían enseñado que, los que más tienen, más deben contribuir, ¿verdad? ¿O las reglas del juego se aplican sólo cuando, nunca mejor dicho, gana la banca? Pero, sin cifras oficiales de la solidaridad de los países, mejor me callo. (¿Se acuerdan de las ayudas que Zapatero prometió a Haití después del terremoto, haciendo de España el tercer o cuarto país más solidario del mundo? Pues los haitianos aún las esperan...)

Pero la guinda la ofrece al final, cuando brama que "El islam no es una religión pacífica, ni tolerante, porque siempre ha divido a la Humanidad en dos: los creyentes del islam y los infieles, cuyo futuro sólo puede ser la dominación, la conversión o la muerte. Ninguna otra religión se entiende de manera excluyente hoy en día". ¡Olé la brocha gorda! ¡Más de mil millones de personas metidas en el mismo saco! ¡Siglos de historia en la trituradora!

Creo que, para ser alguien con ciertos cargos públicos, presidente de no se qué organismos, y miembro de no sé cuántos otros (por cierto, el número de cargos es muy abultado... ¿cobra de todos?), sus declaraciones son insultantes y xenófobas y debería, por respeto, cesar de cualquier cargo de responsabilidad pública.

Por cierto, hubo una época en que el islam fue sinónimo de progreso, y el cristianismo, de atraso y prohibición. En esa época, en nombre de Dios, también se mataba a los infieles (cuzadas mediante).

¡Vaya angelito más rico, este Ángel Rico!

viernes, 17 de septiembre de 2010

El mar, la mar


Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

La dualidad del mar siempre me ha fascinado. Por un lado, el mar, frontera inevitable de los terrenales, infranqueable horizonte que mece la tierra y la esculpe con sus inagotables vaivenes. Ese enorme trigal azuloso, fuente de tormentas violentas y oleajes invasores de paseos marítimos, nos marca, irremediablemente, el límite de nuestra habitabilidad.

El mar es pobre, y cruel. Aquellos que se atreven a adentrarse en él para, con suerte, sacar rédito agropecuario, sin que ello signifique su hundimiento literal, tienden a temerlo y a respetarlo. Pescadores y marineros, auténticos dueños del mar, siempre han sido extremadamente pobres, pero continúan penetrando en el gran azul, como hechizados por sirenas imaginarias y cantos lejanos. Quizás sea la fuerza de las olas, capaz de destrozar cualquiera de los intrépidos botarates que icen vela alguna; quizás sea la espuma que de ellas se deriva; quizás, tal vez, sea la deriva del camino, la soledad y aislamiento que se produce cuando se navega en el gran mar.

La mar, por el contrario, se puede ver (a ojos de un costeño) no como frontera, sino como una puerta más allá de la tierra seca, como una gran ventana en nuestra casa, como el gran enemigo de la claustrofobia del habitante del interior, acostumbrado a montes y montañas, a campos y praderas, a muros físicos de roca y piedra, que atrapan, estremecen y aprietan su alma; como una enorme celda se comporta con nosotros esa tierra donde nos ha tocado, capricho de la evolución, sobrevivir.

Contemplar la mar, y más si ésta permanece en calma, es sentir la inmensidad del cosmos, sólo comparable a alzar la mirada hacia las estrellas una noche despejada. La mar libera la imaginación, abre nuestra mente hacia algo intangible, inacabable. Sus susurros soslayan los sentidos y sus murmuros, que mueren con las olas, permanecen en el recuerdo aún más allá de la misma eternidad. La brisa marina, que azota la costa, salándola a su paso, rememora antiguas tempestades y vientos de otras latitudes. Y adentrarse en ella, en la mar, es volver a ese estado primigenio donde todo a nuestro alrededor era líquido elemento.

Fascina el mar, la mar.


martes, 14 de septiembre de 2010

Hoy, Los Tudor

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Lo confieso; estoy enganchado a Los Tudor. Deseo con todas mis fuerzas que llegue el jueves para verlo en la TVE1. Se ha convertido en el día más esperado de la semana (más que el viernes!), porque, oye, es un lujazo poder ver dos capítulos del tirón sin anuncios de por medio. Sí, lo sé, alguno me aconsejará que me los baje o los vea en streaming... ¿pero no se añora aquella semana de stand-by desquiciante y el posterior deleite que siente uno cuando ve su serie favorita tras días de espera? Es igual que en verano, que uno desea meterse en el agua, sea playa o piscina, pero debe esperarse dos horitas después de comer para hacer bién la digestión. (Todo el mundo sabe que eso de las dos horas son collonadas, leyendas urbanas, pero no hay ni Diós que se atreva a no respetarlo. Y cuando se las salta, siempre le queda una mezcla entre satisfacción por romper las normas y acojone por si a uno le da un telele)

Bueno, al tema. Los Tudor mezcla sexo, politiqueo, historia, intriga, conspiraciones, religión... lo tiene todo! Por si alguien el nombre de la dinastía inglesa le suena a chino mandarín del este de Cantón, decirle que los Tudor, todos ellos, cambiaron el devenir de Inglaterra y, si un caso, del resto de Europa.

A principios del siglo XVI, Inglaterra aún conservaba algunas posesiones en Francia de cuando la Guerra de los Cien Años (que ni fue una guerra sola, ni fueron cien años...). Enrique VIII accede joven al trono, y se casa con la esposa viuda de su hermano, Catalina de Aragón (Hija de los Reyes Católicos, tía del Emperador Carlos Quinto). Pero, Enrique, un auténtico mujeriego, pronto la desprecia y abandona, en parte también porque no es capaz de darle un heredero varón. Y aparece Ana Bolena.

Enrique VIII pide al Papa que anule su matrimonio con Catalina, pero el Santo Padre se opone. El monarca inglés rompe entonces con la Iglesia Católica, y se hace reconocer como jefe eclesiástico de Inglaterra. Nace, pues, el anglicanismo. Es curioso como Enrique, ante la difusión de la reforma protestante, se alinea rápidamente con el Papa, pero años después, rompe con él por el simple hecho de querer casarse con su amante...

Lo bueno de los Tudor es que sabes qué pasará. Ahora, Ana Bolena, Reina de Inglaterra, está a punto de caer en desgracia (mejor dicho, está a punto de perder la cabeza), y será substituida por la siguiente mujer de Enrique, Jane Seymour... Bueno, no quiero ni aburrir a los durmientes ni desvelar nada que la historia haya hecho... Sólo deciros que, si alguna vez tenéis ocasión, vedla. No se hacen muchas series o películas donde el Rey Inglés se muera de miedo cada vez que le nombran al Rey de España, el Emperador... Se tiene que aprovechar!

Esto me hace recordar, hace bastantes años, cuando una niebla intensa cortó toda comunicación marítima entre Gran Bretaña y Europa. Los rotativos ingleses titularon: "El continente ha quedado aislado". Peculiares, estos guiris...

lunes, 13 de septiembre de 2010

Hablando en plata

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Desde pequeñito, me ha gustado la lingüística. Me apasionaba conocer palabras nuevas, e incluso, cuando estas palabras carecían de sinónimos, era lo más parecido a encontrar un tesoro recóndito y perdido. Siempre hay una palabra que define exactamente lo que uno quiere decir, con el matiz justo y la perspectiva idónea. Por eso me molesta cuando la gente usa, más por pereza que por ignorancia, una palabra que no define exactamente el sentido de lo que se quiere decir.

Alguno habrá visto, alguna vez, programas del corazón. Últimamente se empeñan, comentaristas y entrevistados, en utilizar "incierto" como sinónimo de "falso". Incierto no significa que no sea cierto, significa que no se sabe con seguridad si es cierto o no. Por tanto, cuando a alguno de estos personajes, ante una acusación lanzada contra su persona, replican que "es incierto", no hacen más que sembrar dudas sobre su afirmación. Pero ellos, erre que erre.

Esto me hace recordar, auténtico cuerpo del artículo, en las empanadas mentales que, desde muchos lares intelectualoides mesetarios (léase, caverna mediática), tienen respecto a ciertos conceptos, que intentaré, modestamente, definir lo más acertadamente posible.

Por ejemplo, "autodeterminación" e "independencia". El derecho a la autodeterminación es un derecho universal que se otorgan los pueblos a sí mismos. Este derecho habla de que un pueblo, consciente de su singularidad, puede y debe decidir su futuro y su constitución sin injerencias externas. Independencia, por contra, expresa la voluntad de un pueblo en romper los lazos que le atan a otros pueblos.

Es decir, cualquier demócrata (de verdad) estará a favor del derecho de autodeterminación: se le da la voz al pueblo para que decida qué quiere ser. Donde radica la confrontación es en lo que entendemos como "pueblo", asunto del que hablaremos más adelante. Pero, en definitiva, un referendo de autodeterminación sólo tiene una posible lectura, dependiendo, claro está, de la pregunta.

Si se pregunta al pueblo "¿Quiere que X tenga el derecho de autodeterminación?" y éste responde afirmativamente, se entenderá que el pueblo decide que es soberano y puede y debe decidir él mismo sobre su futuro. No significa ni ruptura, ni cambio. Simplemente, el pueblo se otorga a sí mismo ese derecho.

En cambio, si se ejerce el derecho de autodeterminación (tener el derecho no implica ejercerlo), se consigue, entre otras cosas, la plena soberanía (es decir, la independencia). Por tanto, se puede preguntar al pueblo si "quiere el derecho de autodeterminación" o bien "si quiere la independencia" (si quiere ejercer el derecho). Por poner un ejemplo; España tiene el derecho de autodeterminación dentro de la Unión Europea, pero no lo ejerce.

Otro punto caliente son los conceptos de pueblo, país, nación y estado, confundidos hasta el hartazgo.

Un pueblo es lo más parecido a "sociedad" o "tribu"; un conjunto de gente que se siente parte de un grupo con los mismo lazos sociales y culturales. Podemos hablar de los pueblos arios, de los pueblos europeos, de los pueblos amerindios, del pueblo kurdo, etc. Existe, pues, el pueblo catalán, y el pueblo español, que no son excluyentes el uno con el otro.

Un país es una definición física más que política de un territorio con unas fronteras físicas bien definidas, que no tienen que ver necesariamente con sus fronteras políticas. Ejemplos; España, Catalunya, País Basco, etc... El caso de España, por ejemplo, como país puramente físico, se acaba en el mediterranio y en los Pirineos (Excluyo Ceuta y Melilla, incluyo Gibraltar). En el caso de Catalunya, las fronteras físicas (Pirineos, Ríos Noguera-Segre-Ebro, mar mediterranio) limitan más que las fronteras políticas (la Val d'Aran está en la otra vertiente del Pirineo).

Una nación es, literalmente, de la RAE:

1. f. Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno.
2. f. Territorio de ese país.
3. f. Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.

España, hasta hace poco, no era una nación, en todo caso, una nación de naciones, o un país plurinacional. Hoy, podemos decir que existe una nación española, pero si afirmamos tal cosa, debemos excluir otras naciones que antaño formaban parte de la amalgama. No se puede formar parte de dos naciones (en su tercera definición), como no se puede ser hijo biológico de dos padres. Ahí está el moll de l'os. Si hablamos de España (recordemos que construida bajo la cultura castellana) como nación única, estamos excluyendo, por definición, a todo aquello ajeno o diferente a lo castellano.

Se podría coincidir en que existen varios tipos de naciones. Unas, más orientadas a la unidad cultural y histórica (Catalunya, por ejemplo) y otras, que aunque también tienen cierta unidad cultural, se las cita con un perfil más jurídico y legalizante, como bien puede ser la nación española (primera definición de "nación"). Por supuesto, para que quede claro, nación no implica, o debe implicar, tener un estado propio.

Por último, un estado es una entidad puramente jurídica, es el conjunto de órganos legislativos de los que goza un país o nación soberana. España es un estado. Catalunya no.

Resumiendo, un pueblo que habita un país puede ser una nación diferente a otra pero formar parte de un estado conformado por varios pueblos y naciones. Es el caso de Catalunya. Este pueblo, consciente de su entidad, puede reclamar para sí el derecho a la autodeterminación y, si procede, ejercerlo. Y ahora, que alguno de la Meseta (o del Baix Llobregat) me acuse de antidemocrático. Sólo defino palabras, como la RAE. No es culpa mía que el animal que maúlla sea un gato, ni que el soporte en el que escribo se le llame "mesa".

martes, 7 de septiembre de 2010

Celestino de vuelta

Hola Lector(es) y/o Lectora(s)

Se las prometía muy felices, Celestino Corbacho. Habiendo ganado todas las municipales en L'Hospitalet, incluso con mayoría absoluta, siendo el alcalde con el porcentaje de votos más alto de toda el área metropolitana (de L'Hospitalet, claro está), bien le valieron sus éxitos para su nombramiento como Ministro de Trabajo e Inmigración.

Celestino, que siempre fue por libre dentro del PSC (ni maragallista, ni montillista, ni otros -istas), creyó que había llegado su momento de desembarcar con fuerza en la Meseta, verdadero centro de poder. Más que por "Trabajo", su objetivo estrella era iniciar un nuevo modelo de gestión de la inmigración en España, avalado por los resultados positivos de su ciudad (L'Hospitalet, con barrios enteros donde la inmigración supera el 35% de la población, no ha tenido ni un brote racista, ni se ha enguetizado, ni se vislumbra ningún partido xenófobo; tomen nota, ciudadanos de Vic, Cervera o Salt. Tomen ejemplo, que lo suyo no es para tanto). Esa era su gran baza, su combustible en la carrera de la popularidad para, quién sabe, incluso optar a suceder, algún día, a su Presidente Zapatero.

Pero, cual lechera actual, se dió con un cántaro en los dientes al surgir, así, de repente, la crisis económica. Y venga a subir el paro, venga huelgas y recortes sociales. Así cualquiera conquista el cariño y respeto de la gente, pensó Celestino.

Y de ahí que vuelva a Cataluña. Si en España lo tengo crudo, piensa el eterno Alcalde, en Cataluña aún puedo tener tirón electoral.

Pero su maniobra va más allá de una vuelta a casa por Navidad. Es una ejecución estratégica de alto calado. Primero, porque sabe (como todo Diós) que Montilla perderá las próximas elecciones a la Generalitat, hecho que lo obligará (si es que aún existe coherencia) a dimitir de sus funciones. A rey muerto... Celestino se ofrecería, cómo no, a suceder a Montilla como secretario del PSC y, claro, también como candidato a la Generalitat.

El porqué él es una alternativa a la sucesión es clara. El sector catalanista del PSC (que no existe, aunque se nombre una y otra vez) ha arrojado la toalla con la retirada de Castells de las listas parlamentarias. La Consellera Tura, presumiblemente número 2 por Barcelona, no tiene apoyo en el partido, dominado por los paladines de la Área Metropolitana (el cinturón rojo) y sus cardenales ateos Zaragoza e Iceta. Por tanto, un candidato visto con buenos ojos por el aparato del partido es la única solución. Véase, pues, a Celestino Corbacho.

En su día, cuando hubo la traición a Maragall dentro de su partido, Montilla, secretario mandamás, llegó a un acuerdo con Corbacho, que recordamos que iba por libre. El ex alcalde de Cornellà se quedaba con la Generalitat, y Corbacho se quedaba la Diputación de Barcelona, amén de potenciar L'Hospitalet (o alguien se creé que la Ley de Barrios, la Ciutat de la Justícia, la Fira, etc., se concedió por nuestra cara bonita?) a cambio de que el de Hospi se mantuviera quietecito y no moviera ficha.

Pero el movimiento más interesante de Corbacho ha sido dejar a la Chacón, (in)flamante Ministra de Defensa, en pleno fuera de juego. Él ha escogido, antes que la de Esplugues se adelantara, el dejar el gobierno para ir, de número 3, en las listas del PSC. La Chacón era (y es) la auténtica rival para suceder a Montilla. Y si el aparato del partido no se opone, Corbacho será el elegido, cuando los idus de Marzo (léase Noviembre) se produzcan, para tamaño puesto de poder. Poder periférico, pero poder, al fin y al cabo.

En el juego de tronos, o se vence o se muere (Grande Cersei!). Y Celestino, el eterno alcalde, ha decidido vencer. Tiempo al tiempo...

Las tretas de ETA

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Una enésima tregua de ETA, que tiene menos credibilidad que Jorge Javier Vázquez presentando el telediario, ha pasado muy desapercibida en la actualidad noticiaria. Tras el fracaso de las conversaciones de Argel, de las negociaciones con el PP, y del intento de pacificación de la primera legislatura de ZP, ETA declara ahora una tregua unilateral e indefinida sin un propósito claro.

Esta tregua no tiene, en principio, nada que ver con las teorías conspiratorias de un (radical) sector del PP, que anunciaban hace meses que el gobierno socialista estaba negociando a escondidas de la opinión pública con los terroristas, y que, por tanto, esta tregua era una consecuencia de la traicionera maniobra de Zapatero. (Se me permita el kit-kat; Jaime Mayor Oreja, un auténtico talibán pepero, cuánto daño ha hecho a la convivencia, es el dueño de una empresa de escoltas que, casualidades de la vida, tienen contratados la gran mayoría de los amenazados por ETA. Es decir, es una de las personas que, aunque (in)directamente, se lucra de la lacra terrorista. Que se sepa). No hay ni habrá nueva negociación, hasta que no se entreguen las armas.

A mi entender, esta tregua está motivada por tres razones:

1.- ETA está tocada y hundida. Con la presión policial a ambos lados de la frontera (qué gran error etarra el matar a gendarmes; Francia no es España), con Portugal colaborando al 100%, con la orden de extradición europea, con los convenios con Méjico y Venezuela, ETA no tiene santuarios, ni lugares seguros, ni escondites. Las cúpulas terroristas son desmanteladas tan pronto toman el poder, haciendo que, hoy por hoy, los terroristas en activo tengan cero experiencia (y moderación), recién salidos de la cantera de la Kale Borroka.

2.- ETA no tiene ni un duro. Muy a mi pesar, la Ley Antipartidos y la consecuente ilegalización de los partidos abertzales han tenido su éxito; cortar el grifo a los etarras de las subvenciones estatales, de plataformas gratuitas de información y propaganda, y de los suculentos sueldos de los cargos electos. Parece que demuestra (en este caso) que el fin (de ETA) justifica los medios (aunque se vulneren los derechos elementales democráticos). Ni tan sólo el control que la banda terrorista tiene en la venta y distribución de droga en ese lares le da para comprar alguna pistolita.

3.- ETA no ha conseguido nada. Es más, sin un horizonte claro, sin una base electoral que les respalde, se dan cuenta que Catalunya, sin armas, ni muertes ni atentados, ha conseguido mucho más por y para su independencia que (toda) Euskal Herria. Además, se añade que, por primera vez en democracia, en Euskadi gobierna una entente constitucionalista (como les gusta que les tilden) entre PSE-PSOE y PP. Eso, para un indepe, tiene que hacer daño.

Por tanto, ETA se entregua; quién sabe si para reorganizarse (que también) o realmente han iniciado el anhelado camino hacia su disolución. El mundo lo agradecería. El Mundo (el diario, se entiende) a lo mejor no lo agradece tanto.

viernes, 3 de septiembre de 2010

El FIFA Balón de Oro

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

El deporte rey, el entretenimiento de masas más importante de la esfera europea, tiene cada año dos trofeos anuales otorgados al mejor futbolista; el FIFA World Player y el Balón de Oro. Por primera vez, este año, ambos se han fusionado, creando el (artificial) FIFA Balón de Oro.

Como ya sabrá (aunque nos pese) cualquier hijo de vecino, el FIFA World Player lo votaban los seleccionadores y capitanes de todas las selecciones nacionales del mundo, mientras que el Balón de Oro lo escogían los periodistas corresponsales de la revista francesa France Football. Imparcialidad total, sin duda, y más por la parte de la chovinista revista gala (Platini tiene tres balones de Oro, y no tuvo nada que ver su nacionalidad, no vayamos a pensar mal...). Con la unificación, ahora será una amalgama de los anteriores los que voten al ganador.

Parece, pues, que este año (año de mundial, por si alguien no ha sucumbido ante la marea roja este verano) tenemos a cinco claros candidatos al premio. Y, como es año de mundial, la temporada realizada importa un comino (Cannavaro... no comments). Los cinco con posibilidades, sin orden alguno, son:

1.- Wesley Sneijder: (Países Bajos) (Inter de Milán) Claro favorito, viendo sus números y resultados. A nivel de club, ha ganado Liga, Copa y Supercopa de Italia y la Champions League. A nivel de selección, finalista de la Copa del Mundo. Individualmente, bota de bronce y balón de plata de la Copa del Mundo, mejor centrocampista de la Champions League 2009/10. 5 goles en el Mundial, 8 en Italia. Si por datos fuera, no hay duda de que merece ganar.

A favor: Títulos y goles en el Mundial
En contra: Pocos goles en su club

2.- Lionel Messi: (Argentina) (FC Barcelona) El mejor jugador del mundo. Tal como dijo Xavi, está un peldaño por encima del resto de mortales (si es que él es mortal), y además, esta temporada ha sido la más brillante de su carrera. A nivel de club, ha ganado Liga y Supercopa de España. A nivel individual, Pichichi de la Liga, Bota de Oro de Europa, máximo goleador de la Champions League. 47 goles con el Barça, 0 en el Mundial. El único de los cinco que no está presente en el Equipo Estelar del Mundial de 2010.

A favor: Temporada espectacular
En contra: Mundial decepcionante

3.- Andrés Iniesta: (Fuentealbilla) (FC Barcelona) Fuera de serie, aunque Mourinho tiene cierta razón en que este año, ni fu ni fa. A nivel de club, Liga y Supercopa de España. Campeón de la Copa del Mundo de selecciones. Un gol con el Barça en la Liga. Dos goles con España en el Mundial, entre ellos el gol de la final. Mejor Jugador de la final de la Copa del Mundo.

A favor: Un gol en la final del Mundial
En contra: el resto

4.- Xavi Hernàndez: (Terrassa) (FC Barcelona) El mejor en su posición. Por justicia, le falta un reconocimiento a su trayectoria. A nivel de club, Liga y Supercopa. Campeón del Mundial. 6 goles y 9 asistencias en Liga con el Barça. Premios al Mejor deportista catalán y Mejor deportista español (Mundo Deportivo y Consejo Nacional de Deportes, respectivamente).

A favor: Trayectoria
En contra: Pocos momentos de deslumbre individual

5.- Diego Forlán: (Uruguay) (Atlético de Madrid) El extra, el quinto elemento. A nivel de club, UEFA y Supercopa de Europa. 28 goles en su club, 6 goles en el Mundial. Mejor jugador de la final de la UEFA, Mejor Gol y Balón de Oro del Mundial.

A favor: Balón de Oro del Mundial
En Contra: Títulos menores

Por tanto, en definitiva, Sneijder es, por palmarés, quien más se lo merece. Por temporada y por calidad, sin duda sería Messi, pero sus posibilidades son mínimas. Sería injusto que Iniesta se lo llevase por un sólo gol. A Xavi le falta apoyo mediático exterior para conseguir suficientes votos. Forlán, aunque ha hecho méritos, lo tiene crudo.

Pronóstico: Sneijder, Iniesta, Messi

Mis votos: Messi, Sneijder, Xavi

jueves, 2 de septiembre de 2010

El dominador impone, o sé lo que hicisteis... los últimos 500 años

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Voy a intentar ser lo más objectivo posible (tarea, ya lo avanzo, sumamente titánica) al comentar el vídeo que enlazaré. Se titula "La llengua d'un poble esclau". Me ha llegado al correo de la mano de un muy buen amigo.

Abre el vídeo con unas frases, muy cuestionadas en su momento, del Rey Juan Carlos I sobre que "nunca fue el castellano lengua de imposición sino de encuentro". Hombre, ya de entrada, cualquiera con dos dedos de frente y unas mínimas nociones de (su propia) historia sabrá que, a pesar del deseo de Su Majestad, no es cierto. Y no porque esta lengua sea la castellana, precisamente; pasa con todas (incluso la catalana), pues la imposición de la lengua del vencedor (o colonizador) ha sido la tónica desde que el hombre es hombre. Disculpada, pues, la lengua en sí, e incluso a sus hablantes. Pero negar la evidencia es una mezcla de inocente ignorancia y de perversa manipulación, a partes desiguales, claro está. Es que no es cuestión de política, es cuestión de gramática... 

Entonces se suceden una serie cronológica de hechos, dichos y actos en los que se cuestiona la aseveración real (de rey, no de realidad, que conste), y centrados, principalmente, en Cataluña y aledaños. Por suerte, esta etapa intransigente de nuestra historia está prácticamente superada; en España ya no se impone el castellano, al menos no tan claramente como antaño, pero...

Aún queda, como se ha comentado alguna vez en este blog, cierto resquemor entre ambas lenguas (cierta fractura social, si se me permite), cierto roce que, aunque geográficamente lógico, no lo debiera ser en lo político. Ni se nos puede acusar a los catalanes de prohibir el castellano (alguna ley de comercio se tendría que retocar... ya hablaremos de ella...) ni se puede cuestionar nuestro modelo de normalización lingüística (que, a mí, eso de normalización me suena a regímenes nazis, qué quieren que les diga...). Ni tampoco nosotros, en pleno siglo XXI, podemos ver a la lengua castellana como una amenaza, como un idioma impositor y, por lo tanto, repudiable. Aun visionando cien veces el vídeo en cuestión...

El vídeo tiene momentos estremecedores (minuto 2:20, unas tijeras cortando una lengua... es demasiado vivo y vivido para mi sensible sensibilidad), y otros que, si fuera objetivo, me orinaría de risa de lo ridículo que son (prohibición de epitafios en catalán, prohibición de hablar por teléfono en catalán... ¿cómo podían controlar lo del teléfono? ¿la señora operadora hacía de espía y cortaba la comunicación si no entendía ni papa?). Pero lo que nos muestra el vídeo es ese afán uniformizador de la cultura poderosa contra la débil. Podríamos substituir "español" por "americano", "castellano" por "inglés" y "catalán" por "sioux", y el discurso continuaría siendo coherente.

La última palabra del vídeo ("socialisme") me sobra; los creadores del documento no se han fijado que un partido socialista como el PSOE, desde sus orígenes (cuando el ideal era más puro, no viciado con el poder), defendía tesis... como decirlo... fascistoides, con respecto a la tolerancia idiomática. No lo digo yo; lo dice su vídeo.

Todo es me trae a la memoria una entrevista que le hicieron a un directivo de ColaCao hace unos años. Explicaba una anécdocta con una cliente enojada que llamó al servicio de atención de la compañía. Esta mujer se quejaba de que, estando en España, en los potes de Colacao hubiese los ingredientes en castellano y... ¡en catalán!. Que era vergonzoso, que no podía ser, que vaya falta de respeto... El teleoperador le contestó que no, mujer, que no era catalán, que era portugués. Y la señora le dijo que, en ese caso, no pasaba nada, que muchas gracias, y que adiós muy buenas.

Vivimos en un bosque de tontos. Plurilingüe, eso sí.