lunes, 20 de septiembre de 2010

Atacando blogs...

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Ha caído en mis manos, vía amistad (Gràcies, Gabri!), un post algo controvertido hablando, entre otras cosas, sobre la ONU, Angelina Jolie, la solidaridad de los países islámicos y, de paso, el 11-S (lo podréis leer, si os apetece, aquí).

Arremete el señor autor del blog (credenciales a parte), primero contra la ONU, acusándola de carísima e inútil institución. Que ignore sus funciones no significa que no las tenga. Un gobierno a nivel mundial es tan necesaria como una reunión de escalera o comunidad; pesado, farragoso, pero vital. ¿Quién coordinaría las acciones de ayuda humanitaria sino un organismo como la ONU? ¿Quién dirigiría los miles y miles de Cascos Azules que se diseminan a lo largo del (Tercer) Mundo? ¿Quién mantiene la paz en Bosnia, Líbano, Congo, Sierra Leona, Sudán, Kosovo, Timor...? La idea que debe cambiarse y mejorarse la ONU es una perogrullada. Pero la idea que debe ser eliminada es una antigualla del siglo XIX.

Sobre su presupuesto... James Paul, director de Estudios Globlales de Nueva York, nos recuerda que "el presupuesto de la ONU es menor que el del cuerpo de bomberos de Tokyo". Por cierto, ¿sabe(n) usted(es) qué país adeuda más dinero a la ONU? Yes, we can.

El señor autor, más tarde, se queja del uso y abuso que hace la ONU con Angelina Jolie, y se indigna que, cuando esta (ilustre?) embajadora fue a Pakistan, le hicieron ponerse velo. Oiga, a ver... es que es tan sencillo rebatirle... Mire, si a España viniese una mujer Tupí, indígena americana, le obligarían, ya en la frontera, a cubrirse los pechos desnudos que ella tan alegre y naturalmente muestra en su poblado. Es más, podría ser objeto de multa, tal comportamiento, en nuestras calles civilizadas. ¿Coartamos la libertad de esta mujer Tupí? Lo que le pasa a este señor es que su prisma es muy, muy estrecho.

Más adelante, mezclando churras con merinas, acusa a los países islámicos de no destinar ni un céntimo de dinar a la solidaridad, incluso con sus países hermanos musulmanes, y en cambio, destinar ingentes cantidades a la promoción y proselitismo religioso. Bueno, esto, como todo, es matizable, aunque a mi me habían enseñado que, los que más tienen, más deben contribuir, ¿verdad? ¿O las reglas del juego se aplican sólo cuando, nunca mejor dicho, gana la banca? Pero, sin cifras oficiales de la solidaridad de los países, mejor me callo. (¿Se acuerdan de las ayudas que Zapatero prometió a Haití después del terremoto, haciendo de España el tercer o cuarto país más solidario del mundo? Pues los haitianos aún las esperan...)

Pero la guinda la ofrece al final, cuando brama que "El islam no es una religión pacífica, ni tolerante, porque siempre ha divido a la Humanidad en dos: los creyentes del islam y los infieles, cuyo futuro sólo puede ser la dominación, la conversión o la muerte. Ninguna otra religión se entiende de manera excluyente hoy en día". ¡Olé la brocha gorda! ¡Más de mil millones de personas metidas en el mismo saco! ¡Siglos de historia en la trituradora!

Creo que, para ser alguien con ciertos cargos públicos, presidente de no se qué organismos, y miembro de no sé cuántos otros (por cierto, el número de cargos es muy abultado... ¿cobra de todos?), sus declaraciones son insultantes y xenófobas y debería, por respeto, cesar de cualquier cargo de responsabilidad pública.

Por cierto, hubo una época en que el islam fue sinónimo de progreso, y el cristianismo, de atraso y prohibición. En esa época, en nombre de Dios, también se mataba a los infieles (cuzadas mediante).

¡Vaya angelito más rico, este Ángel Rico!

No hay comentarios:

Publicar un comentario