viernes, 28 de octubre de 2011

La intención es lo que cuenta

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Hay bromas que son graciosas, hay otras que no tanto. Que Peces-Barba, padre de la Sagradísima Constitución Española, haga bromas histórico-políticas sobre la relación entre Catalunya y España puede ser gracioso pero es inadecuado.

Para los navegantes despistados, Peces-Barba declaró que  “qué hubiera pasado si nos hubiéramos quedado con los portugueses y hubiésemos dejado a los catalanes. Quizá nos hubiera ido mejor”. Además, y comentando sobre una posible secesión catalana, manifestó “No soy pesimista, estaremos en mejores condiciones que en otras épocas. No sé cuántas veces hubo que bombardear Barcelona.(...) Creo que esta vez se resolverá sin necesidad de bombardear Barcelona”

Qué queréis que os diga, a mí como broma no me ha hecho gracia. Pero entiendo que una persona leída, interesada por la política y la historia, pueda hacer tales reflexiones en tono jocoso. Que Peces-Barba lo piense, me parece genial. Que lo diga en público, no tanto. Pero lo peor viene tras un pequeño análisis.

Primero de todo, introduce aquí el concepto “nosotros-ellos”. El “nosotros” de Peces-Barba es España. El “ellos” somos los catalanes. Está dando por sentado algo que para nosotros tal vez sea obvio, Catalunya no es España. Los catalanes no somos españoles. Aunque para más de un catalán esta concepción sea motivo orgullo y reafirmación, para alguien que aún cree que podrían tenderse puentes entre Catalunya y España debe ser frustante. Que te lo digan tan claramente los que, en teoría, mandan y controlan (y dominan, por qué no decirlo) a Catalunya, es como decirte que eres algo extraño, algo ajeno, casi como un apestado o un intruso. Bien, esa es la mentalidad subyacente de España: Catalunya, por más que pasen los años, nunca será 100% España. Porque A no es B, como decía el post anterior.

Segundo, y ojo porque esto es mucho más peligroso, es la reacción a tales palabras. Los abogados catalanes que estaban presentes en la conferencia de Peces-Barba, al oír las declaraciones, se marcharon de la sala.Y Peces-Barba dijo, literalmente “dejad que salgan los que tienen que salir”. Y el resto del público aplaudió a rabiar. Querido(s) Lector(es): ¿cómo os sentís en un país que trata así a una parte de sus ciudadanos? ¿Qué escándalo se armaría si, en vez de catalanes, fuera con inmigrantes, mujeres u homosexuales?¿Os podéis imaginar esta misma situación con cualquier otro colectivo y que nadie, nadie, nadie en este puto país llamado España lanzase el grito al cielo, protestase, o rompiese una lanza a su favor?

Y tercero, quizás más cruel y denigrante. Peces-Barba, en sus disculpas, alegó que no era lo mismo hacer bromas con los bombardeos que sufrió Barcelona que con las víctimas del terrorismo o el bombardeo de Gernika. ¿Sabéis por qué dice que no es lo mismo? Porque los bombardeos de Barcelona fueron hechas por España, y el resto, no. Así de simple, así de cruel, así de tajante. Las salvajadas, genocidios o crueldades ajenas (no españolas) son ofensivas. Las propias (españolas) son anécdota de la historia. A pesar de que ninguna otra ciudad de España ha visto morir tanta gente inocente en manos del Ejército Español.

En resumen, las "bromas" en sí no deberían suponer problema alguno. Es la intención que hay detrás la que debe hacer reflexionar. Porque, como siempre se ha dicho, la intención es lo que cuenta.


Porque A no es B

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

El otro día (me) discutí con una chica, asturiana ella, por el tema del catalán. La verdad es que le entré al trapo, cual toro resoplando ,en cuanto soltó una frase, tristemente típica pero que (yo creía que) estaba en desuso: “Aquí (en Catalunya) solo se debería hablar español”.

Dejando de lado su afirmación, no es la primera vez que intuyo un fuerte nacionalismo español en gente proveniente de Asturias. Por lo que he podido ver, y quizás me equivoque, los asturianos sienten un profundo amor por su tierra, por Asturias, por su patria chica. Sin embargo, este sentimiento es completamente compatible con una estima igual de intensa hacia España.

Para clarificar esta reflexión, es la misma situación que me sucede a mí con L’Hospitalet y Catalunya: es un conjunto que forma parte indiscutiblemente de otro conjunto mayor. Un hospitalense es por definición ciudadano catalán. Por la misma razón, un asturiano es ciudadano español.
 

En la imagen anterior, A es Asturias y B es España. O lo queviene a ser lo mismo, A es L’Hospitalet y B es Catalunya.

Aquí un lector mesetario podrá alegar que lo mismo se podría aplicar a Catalunya y España. Pero yo, que soy de()formación de ciencias, aplico las matemáticas de conjuntos y digo que no, que no es lo mismo, por una sencilla razón matemática: el conjunto Catalunya no está exclusivamente integrado en el conjunto España. El conjunto catalán se extiende desde el Ebro hasta más allá de los Pirineos, o ¿es que un catalán del norte no se puede sentir catalán? Y este catalán del norte, ¿es catalán y, por tanto, español? Pues no, obviamente.
En la imagen anterior, A es Catalunya y B es España. La intersección de ambas es la Catalunya española.

Volviendo con los asturianos, ellos tienen muy claro que se puede ser asturiano de pura cepa y español puro y duro, y ven como una anomalía, un capricho catalán, que nosotros no creamos que hay una relación tan clara entre Catalunya y España. ¿Las razones? Históricas, políticas, sociales, y un largo etcétera.

Históricas, porque la gran mayoría de guerras en las que han tenido que luchar generaciones de catalanes han sido, o contra Castilla, o contra Francia. Además, porque España se ha construido sobre una base sólida y uniformemente castellana, que no ha incluido otras sensibilidades nacionales (como sí sucede en Suiza, Bélgica o Canadá) o no las ha respetado y diferenciado suficientemente (como sí sucede en el Reino Unido, entre Inglaterra, Escocia y Gales).

Políticas, porque desde la Primera República (allá por el 1870) no ha habido ni un solo Presidente del Gobierno español que fuera catalán, siendo como somos un 18% de la población y casi un 25% del PIB. Porque cualquier partido catalán (que no necesariamente catalanista) ha sido visto desde siempre como un partido extraño y sospechoso de separatismo. Porque da la impresión de que cualquier idea que provenga de Catalunya es nociva y contraria a España.

Sociales, porque jamás se ha hecho nada para defender la cultura catalana desde España. Porque el Instituto Cervantes, pagado por todos, solo defiende el castellano. Porque las tradiciones españolas siempre han sido las castellanas, las andaluzas, las manchegas, las madrileñas, las asturianas, las aragonesas, pero nunca las catalanas. Por cosas como esta o esta o esta.



miércoles, 19 de octubre de 2011

Puro politiqueo

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),


Ayer mismo, en el programa El Convidat de Albert Om, entrevistaron a Gerard Quintana, músico y líder de la banda catalana Sopa de Cabra. Para aquel que pudo ver el programa, tal vez le chocó que Gerard, hombre catalanoparlante y exponente de la música rock catalana, hablase con sus hijos en castellano. Si, como yo, decidisteis mirar otra cosa, quizás os hayáis enterado de tal hecho en los diarios digitales o en el twitter, donde el hashtag #yerardquintana hizo cierto furor.

Pues bien, parece que todas las sociedades cuentan con talibanes intransigentes, y Catalunya no es la excepción; miles de twitters criticando que el músico les hablase a sus hijos en el idioma de Cervantes. Se equivocan quienes pretenden imponer un idioma, y más si esta imposición se intenta realizar en la más estricta intimidad de una familia. Esto no es sino el reverso de lo que en épocas pretéritas se hacía en Catalunya. ¿Queremos convertir nuestra sociedad en algo menos que una dictadura franquista?

Por supuesto, y aunque tal hecho pueda causar sorpresa, se debe aceptar con la naturalidad que se haría si, en vez de elegir el castellano como lengua de comunicación con su familia, eligiese lenguas tan chics como la inglesa o francesa. Nadie se quejaría tanto, ni habría tanto ruido mediático. Esto solo sirve para demostrar que, aquí en Catalunya, existe el mismo recelo, el mismo odio o la misma cerrazón hacia el castellano que la que se demuestra diariamente en España hacia el catalán (valgan las quejas de varios medios en que fuera Pa Negre la película que representara a España en los Oscars…)

Que Gerard hable lo que quiera con sus hijos. Cada uno debería ser libre de hablar en su casa lo que le salga de las mismísimas laringes. Porque, criticando a Gerard Quintana, un catalán se sitúa al mismo nivel que un español intereconomizado.

Pero como me gusta repartir estopa a todo lo que se mueve, Gerard Quintana se equivoca en una cosa. En declaraciones posteriores, el músico decía, literalmente: “No pienso imponer que hablen una lengua”. Aquí yerra, en el concepto y en la forma. En la forma, porque da a entender que quienes hablan en catalán con sus hijos les están imponiendo el catalán. En el concepto, porque es él quien, eligiendo fríamente una lengua y no otra, está imponiendo una lengua a sus hijos que, según declara, no le es del todo propia.

En el fondo, la lengua con la que hables con tus hijos no debe ser una lengua impuesta o ajena a tu cultura. Debe ser, sin ningún tipo de dudas, aquella que te salga del corazón, de la estima, del amor. Aunque suene cursi. Lo demás, es decir, el simple y frío acto de elegir una lengua en cuestión para hablar con tus hijos, es puro pijerío o politiqueo. 


Normalidad democrática


Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Por primera vez en la historia del mal llamado conflicto vasco se intuye un final. Parece que ETA necesitaba de un paripé organizador para anunciar el cese definitivo de la actividad armada. Este paripé (o conferencia negociadora, según quien lo lea) ha sido avalado por personalidades internacionales como Kofi Annan, Gerry Adams y ex primeros ministros de Irlanda y Noruega. Pero ni un solo miembro de los gobiernos vasco, español y francés ha sido invitado, pues su presencia habría otorgado de cierta oficialidad a este proceso negociador.

Más allá de esta escenificación, con declaraciones de por medio, comisiones prodiálogo y propaz y brindis al sol de la reconciliación, el simple hecho que algo similar se realice es síntoma inequívoco que algo se está moviendo en el seno de la sociedad vasca, algo que empezó tal vez con el malogrado Miguel Ángel Blanco.

Que algo se mueve en el País Vasco es más que evidente. Ante la avalancha electoral prevista para Amaiur y el próximo fin de ETA, el PNV ha jugado fuerte por esta cumbre negociadora, con vistas a que los votos que pierda por su ala soberanista sean los menos posibles. A su vez, esa aura que desprende el comunicado de los mediadores sobre una posible consulta en Euskadi suena a música celestial para los peneuvistas más añorados con Ibarretxe y su plan.

El PSE, marca blanca del PSOE en Euskadi, va por libre (Recordemos que, cuando los socialistas pierdan Andalucía, el único barón que les quedará será precisamente Patxi López.) Conscientes de que el PSE es muy pero que muy minoría en la sociedad vasca, el Lehendakari juega al sí pero no. Sí al diálogo pero que negocien otros. Sí a la democracia, pero no a las consultas. Sí a que los abertzales se puedan presentar a las elecciones, pero mejor para el PSE si Batasunas o sucedáneos no están en las instituciones. López, el último de los socialistas, quiere ser equidistante entre el sector gudari y el sector españolista. Y eso, amigo Lehendakari, es imposible, porque Euskadi, aunque sea tierra de matices, al final las posturas acaban siendo o blanco o negro.

Y cómo no, al PP no le interesa para nada que ETA deje de existir. Claro que desea que no haya más muertos, faltaría más, pero sabe que electoralmente la existencia de ETA le va de perlas. Salvando las abismales distancias entre las pistolas y las urnas, el PP es el reverso de los abertzales. Pero lo que no es de recibo es la beligerancia popular hacia un proceso de negociación y disolución de ETA, acusando a los mediadores internacionales de poco más que fantoches, y a los socialistas, de poco menos que traidores.

En el fondo, una contraprestación por parte de España no es del todo injusta. Durante estos 40 años de democracia, la lucha antiterrorista ha justificado acciones españoles que se salen de lo que un honrado demócrata podría considerar como justo.

El primero es que los presos etarras, a diferencia del resto de presos, no cumplen con las leyes en materia penitenciaria. Un preso común, aun siendo un asesino en serie, debe cumplir su pena en una cárcel lo más cercana posible a su domicilio y a su núcleo familiar. Los etarras están desperdigados por las cárceles de la península y de las islas.

El segundo es la ley de partidos. Ese engendro antidemocrático solo ha servido para dejar fuera de las instituciones a una destacada minoría de Euskadi. Por relativizar esta ley y su intención, a ningún Primer Ministro del Reino Unido se le ocurrió nunca ilegalizar al Sinn Fein, brazo político del IRA, ni encarcelar a Gerry Adams, su más conocido representante.

El tercero punto es el que más temor puede despertar a los más acérrimos españolistas: un referéndum. El miedo a tal posibilidad es tan grande que incluso los más aznaristas considerarían un mal menor aceptar el primer y segundo punto si con eso se evitan tener que ceder en el tercero. Pero claro, un referéndum en Euskadi tendría su réplica inmediata en Catalunya. Y, quién sabe, tal vez alguno de los dos sale que sí a la separación…

Por otro lado, la cesión del Estado en estos tres puntos no sería una compensación a ETA por dejar de matar. Solo sería una vuelta a la normalidad democrática, una normalidad de la que España jamás ha disfrutado.


jueves, 13 de octubre de 2011

Locuciones latinas

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Recientemente, revisando unos documentos técnicos en inglés, me encontré con las abreviaturas i.e. y e.g. (que tal vez algunos de vosotros os las habréis encontrado y sepáis qué significan). Como me picó la curiosidad, he decidido compartir lo que aprendí, para uso y curioseo ajeno. Además de las estas abreviaturas con origen latino, añado algunas más para completar la familia romana.

i.e.: Siglas de id est, que literalmente significa “esto es”. Por lo que se ve, de uso bastante común en textos ingleses, y que aquí podríamos utilizar como “o sea” o "es decir", para posteriormente enumerar algunos ejemplos. Así, diríamos “Los muebles de Ikea son ideales para parejas jóvenes, i.e., son baratos, fáciles de manejar y fáciles de montar”

e.g.: Siglas de exempli gratia, que vendría a ser “por ejemplo”. Un uso de la expresión sería “En Ikea hay muchos muebles, e.g., camas, mesitas, armarios o estanterías”. Cabe destacar que si se usa esta abreviación, no se puede acabar la enumeración con un etcétera, puesto que ya va implícito.

Etcétera: Hilando con la anterior, aunque no sea exactamente una abreviatura, su significado original me ha resultado muy coherente. Proviene, cómo no, del latín, de las palabras et caetera, que significan literalmente “y lo siguiente”. Se ve que en latín se pronuncia “et caitéra”… Curioso.

q.e.d: Esta expresión me la encontré por primera vez en una clase de Mates en el colegio. Y me quedé a cuadros. Pues bien, esta locución se usa cuando se finaliza una demostración matemática y son las siglas de Quod Erat Demostrandum, es decir, “lo que se quería demostrar".

R.I.P: Comúnmente la gente, aun sabiendo que es latín, piensa que son las siglas inglesas Rest In Peace. No se aleja mucho del verdadero origen, Requiescat In Pace, que no deja de ser el “Descanse en paz” de toda la vida… o muerte (vale, lo sé, no ha hecho gracia). Curiosamente, este epitafio fue introducido por la Iglesia cristiana, puesto que los romanos utilizaban otras siglas: S.T.T.L, Sit Tibi Terra Levis, o “que la tierra te sea leve”. Mucho más coherente con la mitología romana, en el que los muertos, buenos o malos, ibantodos ellos derechitos al inframundo, con toda la Tierra sobre sus cabezas. Que fuera leve era la manera de decir que su estancia en el Hades fuera lo más tranquila posible.

INRI: Esta inscripción cuelga normalmente de la efigie de un Cristo, y son las siglas latinas de Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum, “Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos”. Dice la Biblia que lo de rey de los judíos fue una mofa de los romanos, porque Jesucristo no fue rey de nada ni de nadie, en todo caso un profeta religioso. De esta sigla se ha creado una expresión castellana que dice “y para más inri...", que no deja de ser un “y por si no había poco…”.

SPQR: ¿Cuántas pelis de romanos hemos visto en el que las legiones portan estandartes con esta inscripción? Pues bien, SPQR son las siglas de Senatus Populusque Romanus, o sea, “el Senado y el Pueblo de Roma”. Qué bonito sería que actualmente, cuando saliese una ley en el BOE, esta fuera firmada por “el Gobierno y los ciudadanos españoles”…

A.E.I.O.U: Sí, sí, no me he equivocado. No es borriquito como tú, tururú. He guardado la más curiosa (y más desconocida) para el final. Estas siglas eran el lema de la Casa de los Habsburgo, que gobernaron España desde Carlos Quinto (aprox 1500) hasta Carlos IV el Hechizado (aprox 1700). La divisa familiar significaba “Austriae Est Imperare Orbi Universum”, o lo que es lo mismo, “le corresponde a Austria gobernar el mundo”. Y sí, durante casi doscientos años lo consiguieron.


España: demagogia y mala gestión

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),


Decía en el último post que una de las cosas que debemos exigir a nuestros políticos es que eviten hacer demagogias y populismos. Pues como sucede en cualquier campaña electoral que se precie, ya ha aparecido el primer disparo populista, y de la mano del candidato de CiU, Duran i Lleida.

Este democristiano arreció la demagogia y la confrontación entre regiones, declarando que el PER (Plan de Empleo Rural) era un chanchullo político andaluz para pagar a la gente por ir al bar. Tal cual. No como en Catalunya, continuaba Duran, que los payeses lo pasan francamente mal para poder cosechar y cultivar, sin ayudas ni beneficios.

Vamos a ver, y vayamos por partes. El PER es un subsidio que se paga con fondos europeos en siete comunidades españolas, (las más pobres, para que quede claro). Así, un jornalero de temporada que trabaje en el campo durante 20 días tiene derecho a un subsidio durante seis meses. Parece un chollo, ¿verdad?. Trabajo 20 días para cobrar medio año del Estado.

Pues sí, es un chollo, no lo vamos a negar, pero este chollo ha permitido que miles de jornaleros no hayan de emigrar a las ciudades y dejen deshabitado el campo. A su vez, el PER ha frenado ligeramente una hipotética inmigración extranjera para suplir los puestos vacantes de jornaleros (Duran i Lleida, eso a usted, lo de frenar la inmigración, le tendría que poner palote, digo yo...). Y tampoco es que sea excesivo el gasto del PER: 200 millones anuales, que viene a ser como dos Aeropuertos de Lleida pero mejor invertidos. O no.

Porque, tras las declaraciones de Duran i Lleida, sin duda polémicas y demagógicas, han reaccionado los políticos andaluces. Portavoces del PP, PSOE e IU han acusado al dirigente de Unió de racista, clasista y xenófobo. Pero no se ha oído ni una sola voz crítica contra lo que, a todas luces, es un subsidio agrario desproporcionado.

Es decir, ante la demagogia, la respuesta es más demagogia, pero ni una sola propuesta de enmienda, cambio o solución. ¿Y por qué? Porque el PER da votos. Por eso desde el año pasado, en plena crisis, los días mínimos a trabajar para cobrar el PER pasaron de 35 a 20. Y nadie dijo ni pío.

Pero, visto desde el punto de vista catalán, lo que vino a decir Duran i Lleida (a quien le falló el ejemplo) es que no es justo que las regiones ricas, contribuyentes netas, tengan menos servicios que las regiones pobres, receptoras de estas contribuciones. Es decir y en este caso, que un jornalero andaluz (o extremeño, o manchego, o murciano...) tenga un subsidio y no en cambio un jornalero catalán (o navarro, o valenciano, o balear...).

Este argumento vale tanto para España como para Europa: no sería justo, por poner un ejemplo, que Alemania tuviera menos servicios que Grecia... Pero es que esto en Europa nunca ha pasado, no pasa y difícilmente pasará. Pero España, ay... España es otro cantar.

Aquí la “solidaridad” desequilibrada es obligatoria, y no hay opción de queja o de reforma. A no ser que seas vasco o navarro, quee ntonces puedes ir a tu bola. Pero si eres catalán, balear, valenciano (¡o madrileño!), te toca pagar más para recibir menos que aquel que paga menos y recibe más. Pero esto no es lo peor. Especialmente los últimos años se ha mezclado esta solidaridad desequilibrada con una pésima gestión del dinero público. Lo Mal Govern, en catalán antiguo.

Aquel que pudo ver el pasado domingo el programa de la Sexta, “Salvados”, tuvo una ración extra de lo que se puede definir como mala gestión: aeropuertos de miles de millones de inversión sin pasajeros ni aviones, AVEs a pueblos perdidos del Pirineo oscense o con tantos viajeros como pueden caber en un ascensor, obras faraónicas sin uso ni beneficio…

Para solucionar la solidaridad desequilibrada, se está proponiendo un nuevo pacto fiscal, pero ante la mala gestión… ¿quién habla de solucionar la mala gestión? Nadie. Porque en el fondo sabemos que nosotros mismos, los ciudadanos, callábamos como putas muertos cuando había bonanza económica y las administraciones gastaban a espuertas. España, país de demagogos y malos gestores.

¿Será verdad aquello de que cada país tiene los gobernantes que se merece…?


sábado, 8 de octubre de 2011

10 años más de crisis

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Un servidor, que a veces y demasiadas se las da de entendido, pronosticó, allá por 2008, que la crisis iba a ser fuerte pero cortísima, con un desplome importante pero un repunte espectacular. Gracias a Dios que no estudié economía, y libré así a nuestra sociedad de otro papanatas visionario.

Ahora que llevamos ya casi cuatro años de crisis (¡cuatro!), que Grecia se cae en pedazos, a Portugal le cortan las barbas y España e Italia ponen las suyas a remojar, vuelvo a pronosticar que esta crisis va a durar diez años más.

¿Por qué?, se pregunta enmourinhado el lector. Pues porque se avecina una nueva recesión en los países que recién salían de la crisis, y se comenta que esta vez hasta Brasil y China, dos de los famosos BRIC, también podrían padecer en sus carnes todas lascrudezas de los europeos.

Para nosotros, pobres sureños europeos, una nueva recesión es como una tormenta perfecta para un barco hundido; ni lo notas. ¿Qué puede haber peor que la actual crisis económica? Con un paro endémico, una economía sumergida y una fuga de capital y cerebros, ¿qué más nos puede deparar una nueva crisis? ¿Hambruna, inseguridad ciudadana, grupos mafiosos, vuelta a la tribu?.

Los historiados del futuro seguro que analizarán esta crisis, y le pondrán un nombre rimbombante, como “la crisis capitalista” o “el crack del consumo”, como bien se hizo con el crack del 29. A su vez, si el crack del 29 nos condujo al repunte de los fascismos y regímenes dictatoriales, a la segunda guerra mundial, al fin del colonialismo y el principio del choque entre ideologías, ¿qué nos traerá esta crisis? Da miedo pensarlo…

Por otro lado, lo único que nos puede salvar es el arrimar todos el hombro en la medida de lo posible y asumir las culpas, en nuestra justa proporción, de la situación provocada. Que sí, que los políticos lo han gestionado con el músculo del final de la espalda, los bancos han intentado ganar dinero a espuertas, que la construcción era un negocio en forma de globo. Que sí, pero ahora eso ya no vale. Que ahora tenemos que agudizar el ingenio, apretarnos el cinturón y exigir a los de arriba que dejen a un lado las demagogias y los populismos.

Porque no es de recibo que los del PP (o CiU, puesto a citar), aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, recorten más de la cuenta en su afán liberalizador, como si de un Tea Party a la española se tratara. Como tampoco se puede consentir que, ante el aumento de la cifra de parados en setiembre, el Gobierno del PSOE cite a las autonomías y sus recortes como culpables del paro, cuando estos recortes han sido una obligación impuesta, precisamente, por el Gobierno central (y a su vez por Alemania, porque todos los caminos conducen a Berlín)

Que la cosa pinta bastos, no hayduda. Que la crisis nos ha dejado sin oros, y que estamos entre la espada y la pared. ¿Y las copas? Las copas, para el Barça. Panem et circenses, e iremos tirando…

miércoles, 5 de octubre de 2011

Que peten los griegos

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

De nuevo a las andadas.

Durante estos últimos días, parece que estamos viviendo lo que muchos (yo incluido) no hubiéramos llegado a imaginar jamás: estamos dejando caer a Grecia. “Que peten los griegos”, es la consigna franco-alemana. Y la dejan mecerse a merced de los mercados, que la zarandean y vilipendian igual que de si un país tercermundista y dictatorial se tratara.

Felipe González, que cuanto más tiempo pasa más prestigio gana (más por demérito de Aznar y de Zapatero que por mérito suyo), alertó en una reciente entrevista sobre tres hechos significativos. El primero es que Merkel y Sarkozy se están cargando lo que durante los años 80 y 90 construyeron Mitterrand, Kohl, Major y González mismo: la Europa Unida. La segunda es que el apoyo español fue decisivo para que la UE no pusiera trabas a la unificación e integración alemana, y que ahora deberíamos habernos cobrado este favor.

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La tercera, mucho más escandalosa, es que el PIB griego representa el 2% del total europeo, que no es ni la mitad de lo que germanos y franceses inyectaron a sus respectivos bancos. Una Europa unida, realmente unida, hubiera preferido asistir a un país hermano tocado de muerte que no apuntalar a los sistemas bancarios más fuertes de la eurozona. Pero Europa, hoy por hoy, no es Unida. Cada cual en su casa, y Alemania en la de todos.

A Grecia solo le queda recortar más y más, paracapricho alemán, y esperar que sus futuras medidas sean del agrado de la Merkel. Y pensar que, en su momento, Grecia perdonó generosamente las indemnizaciones de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial…

¿Y cómo podemos justificar una Europa unida eigualitaria, cuando en las regiones pobres se recortan servicios sociales mientras que en las ricas se mantienen? Algún alemán podrá alegar: “Bueno, es que en Grecia se falsearon las cuentas públicas, y en el sur de Europa hay una mala gestión. Primero que arreglen eso, y luego ya veremos…”

Primeramente, Haití, uno de los países más pobres y corruptos de América, ha recibido miles de millones de euros en ayudas y se les ha condonado parte de su deuda. ¿No merecen el mismo trato los griegos, o es que deben esperar a que un terremoto asole su país? Si a Grecia le acucia una deuda enorme, ¿no pueden condonar parte de esta deuda, como se hace con los países del tercer mundo? ¿O es que, como siempre, hay algo más?

¿A quién interesa que Grecia, obligada por mercados e instituciones y ante la imposibilidad de pagar su deuda, deba abandonar el euro? Sin duda, a Alemania. Una Grecia fuera de la eurozona comportaría que losbancos helenos serían más débiles de lo que son hoy y, por consiguiente, los ahorros griegos huirían en estampida para salvaguardar su seguridad. ¿Haciadónde? Pues a bancos alemanes, por supuesto. Además, un euro sin el lastre de países como Grecia rápidamente encarecería su valor: ideal para ganar más dinero con las exportaciones alemanas. Negocio redondo. Así, hasta un europeísta convencido como yo comienza a tener dudas sobre el proyecto europeo.

PS: Recordaréis que comenté que el Reino Unidoe staba igual de mal que España, pero que, al contar con su propia moneda, podían tener un control más estricto de su política económica. Recientemente, David Cameron, el Premier británico, declaró que menos mal que su país no se integró en la eurozona. El problema, como siempre, es que el euro se concibió como un nuevo marco. Alemán, por supuesto.