sábado, 8 de octubre de 2011

10 años más de crisis

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Un servidor, que a veces y demasiadas se las da de entendido, pronosticó, allá por 2008, que la crisis iba a ser fuerte pero cortísima, con un desplome importante pero un repunte espectacular. Gracias a Dios que no estudié economía, y libré así a nuestra sociedad de otro papanatas visionario.

Ahora que llevamos ya casi cuatro años de crisis (¡cuatro!), que Grecia se cae en pedazos, a Portugal le cortan las barbas y España e Italia ponen las suyas a remojar, vuelvo a pronosticar que esta crisis va a durar diez años más.

¿Por qué?, se pregunta enmourinhado el lector. Pues porque se avecina una nueva recesión en los países que recién salían de la crisis, y se comenta que esta vez hasta Brasil y China, dos de los famosos BRIC, también podrían padecer en sus carnes todas lascrudezas de los europeos.

Para nosotros, pobres sureños europeos, una nueva recesión es como una tormenta perfecta para un barco hundido; ni lo notas. ¿Qué puede haber peor que la actual crisis económica? Con un paro endémico, una economía sumergida y una fuga de capital y cerebros, ¿qué más nos puede deparar una nueva crisis? ¿Hambruna, inseguridad ciudadana, grupos mafiosos, vuelta a la tribu?.

Los historiados del futuro seguro que analizarán esta crisis, y le pondrán un nombre rimbombante, como “la crisis capitalista” o “el crack del consumo”, como bien se hizo con el crack del 29. A su vez, si el crack del 29 nos condujo al repunte de los fascismos y regímenes dictatoriales, a la segunda guerra mundial, al fin del colonialismo y el principio del choque entre ideologías, ¿qué nos traerá esta crisis? Da miedo pensarlo…

Por otro lado, lo único que nos puede salvar es el arrimar todos el hombro en la medida de lo posible y asumir las culpas, en nuestra justa proporción, de la situación provocada. Que sí, que los políticos lo han gestionado con el músculo del final de la espalda, los bancos han intentado ganar dinero a espuertas, que la construcción era un negocio en forma de globo. Que sí, pero ahora eso ya no vale. Que ahora tenemos que agudizar el ingenio, apretarnos el cinturón y exigir a los de arriba que dejen a un lado las demagogias y los populismos.

Porque no es de recibo que los del PP (o CiU, puesto a citar), aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, recorten más de la cuenta en su afán liberalizador, como si de un Tea Party a la española se tratara. Como tampoco se puede consentir que, ante el aumento de la cifra de parados en setiembre, el Gobierno del PSOE cite a las autonomías y sus recortes como culpables del paro, cuando estos recortes han sido una obligación impuesta, precisamente, por el Gobierno central (y a su vez por Alemania, porque todos los caminos conducen a Berlín)

Que la cosa pinta bastos, no hayduda. Que la crisis nos ha dejado sin oros, y que estamos entre la espada y la pared. ¿Y las copas? Las copas, para el Barça. Panem et circenses, e iremos tirando…

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