martes, 15 de marzo de 2011

Ser o estar: torturando a la democracia

Hola Lector(es) y/o Lectora(s),

Ya van varias veces que el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos le tira de las orejas a la Justicia española, y la última ha sido condenar a España a indemnizar a Arnaldo Otegi con 20.000 euros por su condena en 2005, acusado de injurias al Rey.

Este alto tribunal, con sede en Estrasburgo, no tiene nada que ver con la Unión Europea, sino que es un fruto de un acuerdo entre todos los países de Europa (¿todos? ¡No! Falta Bielorrusia, ese engrendro dictatorial post-URSS). De hecho, la sala que ha juzgado el caso "Otegi" está formada por un juez rumano, uno moldavo, uno georgiano, uno eslovaco, uno armenio, uno andorrano y otro español. Y no es un chiste...

Los hechos son los siguientes: en un mitin de Batasuna (cuando aún era legal...), Otegi señaló al Rey de España como responsable de los que cometieron las torturas a miembros del diario Egunkaria (del que hablaré luego). Rápidamente, los jueces le imputaron el cargo de injurias al monarca, del que fue juzgado y condenado a un año de prisión, que cumplió.

Pero el Tribunal de Estrasburgo, más que defender la libertad de expresión de Otegi (pues le critica las declaraciones que hizo), ataca al ordenamiento jurídico español, pues dice que no es compatible con la Carta de los Derechos Humanos el tener una ley que otorgue más derechos a una persona (en este caso, el Rey) que a otra.

Es decir, se nos abren dos reflexiones ante tal sentencia:

La primera hace referencia a la facilidad judicial con la que se encausa a cualquier afín a las ideas independentistas vascas. Sortu es un ejemplo reciente (¿qué más debe hacer un partido para ser legal? ¿Sabéis que Sortu presentó unos estatutos para su fundación y legalización copiados a los estatutos del PSOE?). Si presumimos de estar en un estado democrático, lo único que nos distingue de los etarras es la defensa del estado de derecho, justicia incluída. Si no es así, somos tan terroristas como ellos.

La segunda se centra en la inviolabilidad de la figura del Monarca español. Es difícil separar la persona (Juan Carlos de Borbón) del cargo de jefe de estado (Rey de España), puesto que ejerce las 24 horas. Pero, ¿debe tener su persona (no su cargo) más derechos o protecciones que un ciudadano cualquiera? ¿Un insulto al Rey debe estar más penado que un insulto a otra persona (sea Presidente, Obispo, jugador de futbol o barrendero)? ¿El magnicidio o regicidio debe comportar más años en prisión que un asesinato?

¿No son estos dos temas una rémora de nuestro pasado franquista? ¿Hemos hecho limpio con la dictadura? ¿Vivimos en un estado completamente democrático? En definitiva, ¿son tantas las diferencias entre Irán, Venezuela, Francia, Rusia o España?


SOBRE EGUNKARIA:

Egunkaria era un diario, una suerte de Avui vasco, que fue cerrado por orden judicial, pues se le consideró parte del entramado de ETA. Los periodistas que dirigían el diario fueron detenidos y torturados. En abril de 2010, la Audiencia Nacional cerró el juicio, absolviendo a los acusados y declarando que el cierre no tenía base legal. El tribunal de Estrasburgo contínua estudiando si hubo torturas... Martxelo Otamendi, director del diario, declaró, al salir de la cárcel:

El trato ha sido cruel y absolutamente inhumano. No hay derecho al trato recibido por Juan Mari Torrealdai, de 60 años, una eminencia de la cultura vasca. Me ha contado que ha recibido palizas tremendas, a Xabier Alegría le han practicado sesiones de "bolsa", a mí me lo han hecho dos veces... y en el caso de los otros no sé, he visto a Iñaki Uria y a Xabier Oleaga, pero no he podido hablar con ellos, no me han transmitido lo ocurrido. (...) Es increíble que en el 2003 existan semejantes agujeros negros en instituciones como ésta y semejante impunidad para llevar a cabo tales prácticas. Les da igual que reclames cualquier derecho, les da igual tu situación, les da igual que no sepas nada. Es igual. Debes decir algo para salir vivo...

En su momento, todos los medios de comunicación españoles, la opinión pública y los dos grandes partidos se alegraron y celebraron por lo alto el cierre del diario Egunkaria, y ridiculizaron públicamente a los torturados. Hoy, una vez absueltos los implicados, nadie ha pedido perdón. Y sus caras no se han caído de vergüenza.

Más declaraciones de Otamendi aquí. Ojo, porque son realmente muy chocantes...


REFLEXIÓN FINAL

Bofetada de Europa a la justicia española, y ni una sola voz crítica interna. Torturas a ciudadanos que son torturas a la democracia, y pocos son los que se escandalizan. Defender los principios democráticos saltándose esos mismo principios democráticos, y nadie condena la falacia.

España, ¿es una democracia o está en democracia?. Pues bien es sabido que el verbo "ser" atribuye al sujeto algo que es parte de su propia esencia, algo permanente, mientras que el verbo "estar" alude a una característica que no le es propia, sino solo transitoria.

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