miércoles, 14 de julio de 2010

Turquía y la UE

Hola lector(es),

Me sorprendió (o no) leer esta mañana la noticia que Turquía endurece su control sobre el acceso de sus ciudadanos a páginas web. A pesar que Youtube lleva meses inhabilitado en el país otomano (y nosotros sin saberlo!), las autoridades turcas han decidido ir más allá: prohibición de acceso y cierre de webs que hablen mal sobre Mustafá Kemal Atatürk (fundador de la Turquía laica), que promocionen loterías o juegos de azar con dinero de por medio, que hablen de drogas y prostitución... (curioso que siempre se pongan juntas... hay que ir muy colocado para tirarse a según quien...)

Condenado ya el anuncio por la OSCE y la UE, aún no se sabe qué penas tendrá el internauta que acceda a estas webs prohibidas (¿multa, prisión, rezar tres padrenuestros versión musulmana, latigazo en la espalda...?).

Lo que está claro es que con esta noticia, Turquía se aleja definitivamente de poder integrarse en la Unión Europea. Si le sumamos una constitución bastante poco democrática (ríase la gente del artículo ese de "el ejército es garante de la unidad y indivisibilidad de España"), sus negativas a condenar el genocidio contra el pueblo armenio, su ocupación ilegal del norte de Chipre, su opresión al pueblo kurdo (ríase la gente de la opresión española contra los catalanes y vascos!), su proceso lento pero imparable de islamización de la sociedad turca, y un largo etcétera, llegamos a la conclusión de que, hoy por hoy, Turquía no puede formar parte de este club privado que nos hemos montado.

¿Os suena eso de "con bambas no entras"? Pues más de lo mismo. Aunque hay quien dirá que no se le dejó entrar no por no llevar la vestimenta adecuada, sino porque el portero le cogió manía. Y hay quien dirá que Turquia no puede entrar, no por no cumplir a rajatabla las normas democráticas (europeas, of course!), sino porque, en definitiva, es un país musulmán.

¡Biban las caenas!

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